La  traducción más acertada seria "acción". En la tradición Tibetana el Karma es la ley natural de causa y efecto que gobierna el universo, toda acción tiene un efecto, una consecuencia, pero cuando hablamos de acción no nos referiríamos simplemente a los actos, también incluiría las palabras y pensamientos. Es la energía que nos propulsa al renacimiento y que se genera en cada acción que realizamos y en sus resultados.

 

   Esta energía trascendente (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos tanto de la vida actual como de vidas pasadas no se disipa ni deja de actuar es atemporal hasta que madura, pero no es determinista, cada evento es simplemente el resultado de una combinación de causas y condiciones que convergen en un mismo punto.

 

   Ese evento futuro existe solo como una semilla, como una potencialidad, por lo cual su curso o resultado puede ser modificado. Si se evita que las causas y condiciones maduren, nada sucede, si se deja que actue, madura cuando se dan las condiciones adecuadas que puede ser en un periodo largo de tiempo o incluso en otras vidas, así de acuerdo con las leyes del karma, cada una de las sucesivas reencarnaciones quedaría condicionada por los actos realizados en vidas anteriores.

 

   El karma es solo inevitable cuando no se transmuta, así si existe la posibilidad de que no madure, podríamos escapar a su condicionamiento  y  no debemos confundirlo con el destino tan extendido en nuestra cultura. En este sentido la ley del karma gobierna nuestras vidas, sin embargo teniendo la posibilidad del libre albedrio, podemos guiar nuestro futuro y tener la posibilidad de crear en cierta medida nuestro destino.

 

   Existen muchos tipos de Karma, internacional, de una población, de un grupo, de una familia, de un individuo y todos ellos están intrínsecamente relacionados, y es de gran complejidad entenderlo.

 

  La función de lo que en nuestra cultura se conocería como “errores, conflictos  o  problemas” que vamos experimentando al largo de la vida no sería otra que aprendizajes de las lecciones para poder ver la “semilla”, poder hacer conciencia de nosotros mismos, de cómo actuamos, del porque actuamos de ese modo y descubrir el karma, la energía potencial que esta por madurar cuando encuentre las condiciones adecuadas y así poder transmutarlo y no dejar que madure y liberarnos y romper esa rueda del Karma y generar Darma desprendiéndonos de los cuatro sufrimientos: nacimiento, enfermedad, vejez, muerte.

 

  El karma determina las condiciones bajo las que nos moveríamos por la rueda de la vida “Sidpa Kholo” y nos reencarnaríamos pero el estado de pureza y sabiduría sigue intacto y desarrollándose lenta y progresivamente vida tras vida, en un viaje a través de la auto conciencia tanto de nosotros en una vida como de nuestro ser a través de las diferentes renacimientos y personajes, hasta nuestra naturaleza superior o divina.

 

Salud Holística